lunes, 5 de agosto de 2019

[feed] Juegos de casas y perspectivas. Sobre Las malas lenguas de Alejandro López


López, Alejandro (2017) Las malas lenguas. Buenos Aires, Blatt & Ríos

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Comentario breve como esta ágil novelita de ciento sesenta páginas. No es posible elogiar suficiente las otras novelas de Ale López y sus méritos afloran también aquí. Entretenida e inteligente. Literatura de taller-laboratorio y al mismo tiempo literatura popular.

En todo caso Las malas lenguas es más sutil en cada una de las características (en sus sexualidades, en sus marginalidades, pero también en sus juegos narrativos puigueanos -necesito con urgencia un neologismo mejor). Lo que significa también que no tiene la potencia narrativa arrolladora de La asesina de Lady Di o de Kerés Kojer. Otro ritmo, otro peso: un baile más liviano, si me permito ya abusar de las metáforas.

Un elemento diferente en Las malas lenguas es que retoma la tradición de las novelas familiares genealógicas que el boom latinoamericano tuvo como marca característica, luego de tomarlo prestado tan eficientemente de Faulkner. Pero de la brevedad en este caso se deduce que estamos ante un tipo de variante ligera, resumida o agrietada. Almada prueba algo similar en Ladrilleros. Menos generaciones, menos detalle, menos ilación (o incierta). Se trata de un viejo recurso (el devenir de una casa/familia) encontrándose con un método contemporáneo: la secuencia fragmentada, la presentación no resuelta de una serie de anécdotas, aprovechando las viejas estrategias: puntos de vista atomizados, o formatos narrativos parcializados (como un extracto de un chat en internet).


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