Volví a mirar Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
Algunas cosas "nuevas" que le vi:
1. Más allá de un correcto Harrison Ford (que sí, que es Han, y es Indiana), hay un nivel altísimo de parte de los "secundarios". En particular Sean Young (la replicante-novia), Edward James Olmos (Gaff), William Sanderson (J.F. Sebastian), Daryl Hannah (la replicante sensual-muñeca) y sobre todo Rutger Hauer (ahora lo entendí: actúa de alguien que está aprendiendo a tener sentimientos, es algo notable).
2. Creo que toda obra acerca de la AI está obligada a encarar determinados dilemas éticos. En sus mil variantes, en sus mil niveles, pero es obligatorio presentar el tema del registro bajo el cual una vida artificial se inscribe. En ese sentido, Blade Runner encara lo que hay que encarar, pero -y esto es lo notable- es una no-historia. O bien es el final de una historia. En las últimas escenas, Roy Batty nos hace entender que, en realidad, estamos viendo la película equivocada. Primero se lo dice a Sebastian, luego a Harrison Ford: él ha visto cosas increíbles, ha cumplido los sueños de la humanidad y ha ido más allá. Blade Runner es la secuela patética de una épica implícita.
Y aún más: una secuela banal. En términos formales: ¿qué sucede? Unos replicantes se rebelan, se escapan, buscan sobrevivir. No lo pueden hacer. Mueren.
En el medio, un detective escapado del policial negro se enamora de una replicante y llega a matar algunos de ellos. Pero eso es, estrictamente, irrelevante. tanto es así que Roy le perdona la vida a su enemigo. La historia -así lo entiende el replicante- ya ha terminado. Da lo mismo vengarse o no.
Porque, además, ¿en qué sentido Roy puede decirle a Harrison Ford "vos sos el bueno"? ¿Qué punto de vista puede tener Roy, que no está viendo la película, sino rebelándose contra sus jefes/dioses/esclavizadores? Roy solo puede ver en Harrison Ford a uno más de los marines de los mandarines. Tal vez convenga apelar a cierta facilidad barthesiana y decir que es el discurso el que habla, no Roy.
Peliculón. Una de mis favoritas de ciencia ficción de todos los tiempos. No es brazil, pero le pasa el trapo a Alien.
PS: Una cosa más. Por esas cosas de la percepción y la experiencia, podemos llegar a confundirnos y creer que 1982 pasó hace 20 años. Pero pasó hace más de 40 años. Es notable lo poco que envejeció el futuro de Blade Runner. Apenas un fuelle conectado a la máquina, unas fotos analógicas, unas pantallas transparentes y un video-teléfono. El resto es incómodamente parecido a nuestro futuro (a pesar de que el presente narrativo de la peli está al rededor de 2016...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario