El bueno de Clint no jode a nadie, y juega con un nenito hasta que de repente y porque sí, los botas rojas (mercenarios del ejército de la Unión) pasan a sangre y fuego con su casa y su familia. Acto seguido, Clint practica tiro con unas botellas y con un efectivo e inmediato montaje, lo vemos convertido en el más temido pistolero de los últimos días de la guerra. Lo veremos aliarse con un viejo indio medio chanta y con una india joven que lo sigue como perro fiel. Hay, también, un perro: Clint lo escupe tres veces en la cabeza. ¿por qué Eastwood guiona y filma en una película a un tipo que escupe perros? No se sabe, pero es de lo más divertido.
Tal vez demasiado genérica. Clint no tiene grandes ideas, todos sus planes son sencillamente: me hago el desarmado y entonces, ¡zas! los mato a todos. Una y otra vez. Todas las escenas de la película son realmente la misma escena, y cuando ya llevas unas dos horitas, el director decidió que ya es suficiente y a dormir.
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