lunes, 28 de enero de 2019

[feed] Divulgación y optimismo para el flaneur en harapos. Sobre La otra historia de los Estados Unidos de Howard Zinn



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En enero de 2019 me tocó en suerte pasear por el corazón del imperio, se me ocurrió leer algo conmemorativo.

Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos [1980, A People's History of the United States]

Antes de viajar pedí recomendaciones. Me interesaba algo de divulgación en términos generales de Historia de los Estados Unidos, con una petición de principios progresista y honesta respecto de sus propias condiciones de enunciación. Me recomendaron este y no se equivocaron.

Zinn explica su metodología en el prólogo. En lugar de dejarse guiar por lo que juzga falsas oposiciones más románticas que académicas, repasa los distintos procesos por los que pasaron los pueblos y naciones estadounidenses, siempre intentando recuperar, hasta donde fuera posible, la perspectiva de los que sufrieron esos procesos: principalmente los pueblos originarios, los agricultores pobres, los negros y las mujeres. En el epílogo Zinn anota:

Todas esas historias de este país centradas en los Padres Fundadores y en los Presidentes, pesan de manera opresiva en la capacidad de actuar del ciudadano medio. Sugieren que en tiempos de crisis debemos buscar a alguien que nos salve; en la crisis revolucionaria, nos encontramos con los Fundadores, en la crisis de los esclavos, con Lincoln; en la Depresión, con Roosevelt; en las crisis de Vietnam y Watergate, con Carter. (...) Nos enseñan que el acto supremo de ciudadanía es elegir entre salvadores, acercándonos a una cabina electoral cada cuatro años para elegir entre dos anglosajones blancos y ricos, de sexo masculino, personalidad inofensiva y opiniones ortodoxas (cap. 23)

Supongo que sería excesivo llamar marxista a una lectura que no pide para sí esa etiqueta. Con todo, creo que Zinn encara justamente el problema epistemológico de pensar un sujeto histórico complejo y heterogéneo que supere una lectura clasista simplificadora o superficial, sin negar las deudas teóricas a estas tradiciones. Entre los planteos generales de Zinn, se destaca la idea de los guardianes: esa suerte de semiclase social, situada en un umbral difuso que separa y defiende los intereses del 1% de la población de la intervención directa de los marginados y oprimidos. El "pueblo" (the people), en denominación de Zinn compete al conjunto de ambos grupos: el 99%. Desde la trampa bipartidista hasta el desarrollo de técnicas, ideas y tradiciones (incluido el racismo moderno) que ponen al pueblo a competir y guerrear entre sí, constituyen el conjunto de epifenómenos tradicionalmente entendidos como "Historia" pero que no serían más que las estrategias desarrolladas por distintas alianzas de grupos de poder -o, si se quiere, de la alianza general de la burguesía en su desarrollo- para evitar la nunca completamente sofocada rebelión. En esto, de hecho, Zinn es optimista. Constantemente señala los esfuerzos articulados para evitar cualquier tipo de alianza o acción entre los desfavorecidos. Que a pesar de esto, indefectiblemente, las alianzas y las acciones hayan surgido y sigan surgiendo, es leído como una evidencia de una potencia siempre actual.

Particularmente interesantes me parecieron los capítulos dedicados a las miles de traiciones y carnicerías a las que fueron sometidos los originarios (cap. 6 a 8) y el enfoque en el giro más imperialista que surge a principios del s. XX, en Filipinas y Cuba, justo antes de que la gran guerra planteara una estrategia socio-política social-global para repetir cíclicamente (caps. 12 a 14). También son sorprendentes varios de los capítulos sobre las luchas de las mujeres (y el medio siglo de ventaja que parecieran llevarnos a veces): sobre todo el cap. 19.

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