jueves, 17 de marzo de 2016

[corpus] [cinematógrafo] Dioses, detectives y héroes. Género, adaptación y lógicas de los mundos. Parte II(agregado): Alias (PULSE)


The Pulse #1 a #14 (Abril 2004 - Mayo 2006)

Luego de leer Alias, busqué esta serie para ver como terminaban las aventuras de Jessica Jones. En este caso, Jones, embarazada, necesita trabajar sin poner en riesgo la criatura. Por lo tanto acepta una propuesta cuestionable: coordinar junto a Ben Urich (formidable personaje que los estudios cinematográficos y televisivos desperdiciaron estos años) una sección de chismes y vida privada de los superhéroes para el periódico "Daily Bugle" (el dirigido por Jonah Jameson, el jefe de Peter Parker que odia a los superhéroes y sobre todo a Spider-man).

Ben Urich, el Rodolfo Walsh del universo Marvel




La propuesta es prometedora: si con Alias Bendis se adecuó a las reglas del policial negro, The Pulse auguraba un corrimiento hacia una historia de periodistas, investigaciones, conflictos éticos. Una merma en los decibeles de peleas absurdas y super-fuerza para enfrentar a Jessica y Ben a los conflictos propios del juego de lealtades, secretos y traiciones. Y de criterios editoriales, expectativas de consumo, estrategias de ventas y constitución de la farándula como mercancía perfecta.

Sin embargo, y aunque a lo largo de The Pulse se encuentran un par de historias bellas[1], el conjunto resulta oscurecido por estar atravesado por algunas de las grandes tramas argumentales del universo Marvel, de esas que llaman "eventos", que dejan como un tendal[2]. Así se ve truncada una historia en la que Jessica intentaba seguirle la pista a Nick Fury por un atentado contra Luke Cage, en una espiral paranoica cada vez más turbia, hasta que todo se detiene abruptamente y con insuficientes explicaciones. Entendemos que algo importante sucedió con Nick Fury, pero apenas si se lo menciona y, de todos modos, posiblemente tenga poco que ver con Jessica y Ben, y toda la historia que se ha venido construyendo. Más adelante, con el cruce de House of M, una vez más se suspende la lógica narrativa (investigación, periodismo, conflictos éticos) para dejarse arrastrar por las consecuencias del brote psicótico de Scarlet Witch, lo cual tal vez no sería tan grave si no fuera porque al cerrarse esa distorsión, Luke ya está reclutado para los nuevos Avengers, Jessica está pariendo, etc. 

En resumen, The Pulse tiene unas premisas bárbaras, pero casi todas ellas se frustran en un maremoto editorial (House of M, al parecer, fue un éxito comercial).


[1] Entre ellas, posiblemente la más lograda sea la de D-Man. Una especie de superhéroe caído en desgracia por propia voluntad, por entender (algo así como) que la humillación sería el verdadero camino del héroe de los humildes (en el mismo universo en que existen Tony Stark, Reed Richards, etc.).
[2] A lo largo de los años en que aparecieron los números de The Pulse, se publicaron los números de la saga Avengers Dissasembled y House of M. E inmediatamente después, aparecieron los de Civil War, surgidos en buena medida de ideas que Bendis tuvo mientras The Pulse se imprimía.

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