jueves, 31 de enero de 2019

[cinematógrafo] la cicatriz que deja atrás una subjetividad amputada (sobre El silencio es un cuerpo que cae, de Comedi)









El silencio es un cuerpo que cae (Agustina Comedi, 2017)

precioso documental armado en un 90% en base a viejas grabaciones caseras y una voz en off (el 10% restante incluye unas grabaciones nuevas que son lo único que no me gustó, o no entendí qué aportaban).

el padre de la directora, entonces una joven millenial rica, muere en un accidente en el 99. el tipo se había dedicado, desde fines de los ochenta, a filmar su vida doméstica, sus días de campo y sus viajes.

al poco tiempo de fallecido, un mensaje de una vieja amiga del padre la invita a buscar otras historias, o mejor, promete, la verdadera. un mensaje y una frase incómoda, hiriente, que Comedi recuerda: cuando vos naciste algo de Jaime murió para siempre.

a partir de ahí el trabajo se concentra en un nudo casi sospechosamente fácil de desatar, y revela historias de la represión de los setentas (pero entonces, claro, deberíamos decir "las represiones"). nada me habían adelantado de esta película, excepto que era buena y que era un documental. mejor así.

si de verdad el resultado es un recorte de más de cien horas, como expresa la voz en off en algún momento, entonces hay que felicitar el trabajo inaudito de recortar más de noventa y nueve horas de fílmico. el resultante incluye muchas repeticiones, cortes, retrocesos. lo que sucede que es que la cámara es el ojo del sujeto-objeto que se constituye como misterio. en ese sentido todas las imágenes son una cicatriz que deja atrás una subjetividad elidida o amputada. cada plano es un misterio, y así la secuencia de misterios sostiene la emotividad sobre un juego de ausencias, durante toda la película.

offt: habrá que discutir en algún momento el devenir vegano de todo el cine contemporáneo.

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