Con guión de Jorge Asís, en base a su novela homónima. Solita Silveira es una joven culpógena de clase media que se deja atraer a la vez por la militancia popular y peronista, y por Laplace, que es el chanta típico en los textos de Asís. Un intelectual y un fundido, que dicta clases de literatura donde conoce viejas lujuriosas, un conocedor de los debates y el léxico de una época, que maneja y usa como una cáscara vacía, vulgarizando todo lo que toca (amor libre, política de izquierda, literatura).
En definitiva la película me gustó porque me pareció fiel al estilo de Asís, a la sensación que causa leer a Asís, a su prosa densa de culpa y orgullo barato, a su risa irónica que siempre suena como a llanto malogrado. Luego, los vicios de época (de actuación, de montaje, de sonido, de producción) son infinitos, empezando por ese afiche que pareciera anunciar una de Olmedo. Pero de alguna manera pude disfrutar de lo primero casi sin prestar atención a lo segundo.
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